Domani pensami in battaglia















Nota de prensa
Milán, 7 de octubre de 2013
Querido Borja,
Hoy aquí el cielo está gris, llueve ininterrumpidamente desde esta mañana. Por fin me he decidido, no sin antes haber atravesado un territorio lleno de dudas y virajes, a afrontar el viaje de Milán a Madrid para devolver a casa la pequeña figura que hace dos años, en la época de mi primera exposición en la galería, encontré recostada sobre una sábana en el Rastro ¿Recuerdas? Era domingo, caminábamos entre la muchedumbre y decidí volver a comprarla. Desde hace dos años reposa, todavía sin brazos, sobre la mesa desde la que te escribo.
He encontrado una bicicleta en un almacén de bicicletas viejas que está a punto de cerrar y desde hace unas semanas estoy intentando recomponerla para afrontar el viaje. Costó poco pero estaba en pésimo estado, casi peor que la figura. Mañana por la mañana tendré que aventurarme hasta un taller a las afueras de la ciudad para decidir el color, aunque quizás la deje tal como está, del color del acero. Es hermosa, con sus soldaduras en latón, y tiene incluso un pequeño trasportín trasero que me resultará útil para llevar la escultura.
No creo que viaje a España antes de diez días. No estoy en forma y no sé qué clase de rutas me esperan porqué aún no he mirado con atención el mapa de España. De Milán saldré hacia el puerto de Génova y de ahí tomaré un barco con destino a Barcelona. Si todo sale bien, de Barcelona bajaré hasta Valencia sin alejarme de la costa y de ahí acortaré por el interior pasando por Benicarló, Cantavieja, Castillejo del Romeral, Pastrana, Villar del Olmo y finalmente Madrid. Espero encontrar buen clima y no tener que pedalear demasiado bajo la lluvia, pero si así fuera me abrigaré bajo una capa verde militar que encontré hace unos días en un viejo almacén de Roma. Es anchísima, al abrirla entera parece una capa beduina. Afortunadamente la escultura no pesa demasiado pese a ser de bronce. La voy a guardar en una caja de madera. Espero que no me la roben durante el viaje, porque de ser así corremos el riesgo de encontrarnos con un pedestal vacío en la galería. Tendré mucho cuidado con ella, porque, sin la escultura, no sé si lograría explicar el porqué de tanto esfuerzo; no es que su presencia en la galería vuelva las cosas más simples ¡pero por lo menos no estaré solo!
Así que nos vemos pronto en Madrid. Te tendré al tanto durante el viaje. No dispongo de mucho tiempo y quisiera salir cuanto antes para llegar a tiempo a la inauguración.
Hasta pronto,
Antonio.
«Por fin me he decidido, no sin antes haber atravesado un territorio lleno de dudas y virajes, a afrontar el viaje de Milán a Madrid para devolver a casa la pequeña figura que hace dos años, en la época de mi primera exposición en la galería, encontré recostada sobre una sábana en el Rastro ¿Recuerdas? Era domingo, caminábamos entre la muchedumbre y decidí volver a comprarla. Desde hace dos años reposa, todavía sin brazos, sobre la mesa desde la que te escribo»