Monuments 2006-2015
Nota de prensa
Esta segunda exposición de Pierre Descamps en la galería The Goma supone una recopilación de más de cincuenta fotografías tomadas por el artista en la última década. Las imágenes representan skatespots, entornos urbanos en donde se práctica el skateboarding y que han sido fotografiados en diversas ciudades como Madrid, Berlín, Nueva York o Niza.
La práctica de Descamps (Amiens, 1975) se centra en la interacción entre dos culturas contrapuestas: por una parte se nutre de un legado sofisticado propio de las corrientes más conceptuales del siglo pasado y por otra no desdeña los movimientos que tenían como propósito alimentar la cultura popular. Si bien las esculturas y las fotografías de Pierre recuerdan a las composiciones geométricas de los minimalistas, los materiales que utiliza y la forma de elaborar las obras tienen connotaciones bien diferentes. En las piezas que ocupan esta exposición, por ejemplo, hay que destacar el uso de la técnica offset, algo propio en la era de la reproducción e inherente al movimiento Pop. Sin embargo, a pesar de estar imprimiendo sobre un papel de baja calidad, como lo es el de una revista (de ahí los títulos que aluden al número de página), el artista materializa la obra en una sola copia que más tarde enmarcará con sus propias manos.
Aún cuando podemos decir que Descamps se inspira de la imaginería aséptica de la Escuela de Dusseldorf (el matrimonio Becher, Thomas Ruff, Thomas Demand) y de la influencia inexpresiva del Pop (Ed Ruscha, Baldessari), el artista no menosprecia otros fotógrafos alejados del circuito tradicional del Arte, expertos en captar las destrezas de los skaters. Mike Blabac, Allen Ying o Michael Burnett trabajan el enfoque, la luz y los ángulos de manera muy diferente a los artistas anteriormente citados y en sus imágenes el cuerpo y la expresividad están presentes. Pero, aunque en las fotografías de Descamps la figura no se manifiesta (personas, coches, etc.), la sombra de la presencia permanece.
Se puede concluir, por tanto, que las fronteras entre los modelos y las creaciones de Pierre Descamps son borrosas. La única obra tridimensional de la sala sirve para albergar todas y cada una de las fotografías que componen esta muestra. Este diseño, otro modelo que estructura la exposición, está fabricado como una auténtica pieza de mobiliario y da respuesta a un problema de emplazamiento en un entorno—como lo son en el contexto urbano las rampas, barandillas, escaleras, etc.—comúnmente aceptado como un espacio elitista: el de una galería de arte o la residencia de un coleccionista.
«La práctica de Descamps (Amiens, 1975) se centra en la interacción entre dos culturas contrapuestas: por una parte se nutre de un legado sofisticado propio de las corrientes más conceptuales del siglo pasado y por otra no desdeña los movimientos que tenían como propósito alimentar la cultura popular»