Paralaje











Nota de prensa
La galería The Goma presenta, bajo propuesta de Tiago de Abreu Pinto para Jugada a 3 Bandas, un proyecto realizado por Pablo Accinelli y Sofia Borges, con obras articuladas bajo una estructura circular interpretativa. Como punto de partida ambos artistas seleccionan una fotografía de Sofía Borges que será utilizada por Accinelli en subsiguientes trabajos, a su vez elegidos de manera cohesionada. Estos, a su vez, serán traducidos por Borges a una última imagen.
Estas obras originan una deslocalización aparente del objeto, debido a una alteración en la posición del observador. Existe un cuestionamiento semiótico por parte de los artistas en relación al objeto de estudio y una postura similar que toma como referencia la mente del espectador como campo de actuación. Un ejemplo claro es la obra de Accinelli Lo que la marea devuelve en Vlissingen (2007), transcripción de un poema de Allen Ginsberg a un listado de todos los deshechos vertidos al mar que el poeta contempla desde la orilla. La idea consiste en cómo el lector fragua una imagen a partir de un poema. La obra reciente del artista rompe con el carácter binario que existía en sus trabajos anteriores; ahora los análisis, las conexiones, son fruto del recorrido en el espacio, como si fuera un travelling cinematográfico, subrayándose el tiempo como experiencia. Del mismo modo, en los primeros trabajos de Borges quedaba patente una fascinación por cómo la fotografía conseguía crear un nuevo lugar para las cosas, mientras que actualmente trabaja a través de la falta de información del propio objeto, ampliando el signo emitido. El tiempo y referente fotográfico siempre han tenido una presencia crucial en su obra; han partido de una reflexión sobre el lenguaje y la ausencia de sentido. En Monstruo (2012), pone a la luz un elemento insólito de imposible decodificación que alude al signo “monstruo”.
En paralaje aunque nuestros ojos estén distanciados, captan diferentes aspectos de la misma realidad que son fusionados por el cerebro creando una profundidad estereoscópica. La articulación de las obras de Accinelli y Borges realza la multiplicidad de los lugares de observación desvelando un nuevo territorio ambiguo que se aclara con dificultad a partir de la fascinación de la mirada incierta, sin orientación, que espera no se sabe qué cosa.
«Existe un cuestionamiento semiótico por parte de los artistas en relación al objeto de estudio y una postura similar que toma como referencia la mente del espectador como campo de actuación»