
Reasonable Adjustments















Nota de prensa
Las obras del artista británico Bobby Dowler se distinguen por una aplicación brusca e intensa del color, donde el proceso de ensamblaje, recorte y superposición de materiales se convierte en un desafío a la narrativa y al ilusionismo propio de la pintura tradicional. La irregularidad de los trazos, la variabilidad en la densidad del impasto y la heterogeneidad de los materiales en sus composiciones encuentran un contrapunto en las formas geométricas, algo desacralizadas —cuadriláteros en la muestra que nos ocupa—, que equilibran la primacía de la fluidez y el accidente.
Al incorporar materiales y cuadros pretrabajados por amigos y otros pintores aspirantes —algunos de ellos abandonados hasta languidecer por las escuelas cambiantes del pensamiento pictórico y las modas—Dowler no solo obra con los restos de la cultura postindustrial y la economía de medios, también está desdoblando el marco temporal presente en las pinturas-objeto resultantes. La sucesión de capas y ventanas parece replicar asimismo el dinamismo del proceso secuencial que se autoimpone el artista a la hora de trabajar: recolectar y luego combinar los elementos que subyacen en la obra en consecutivos ateliers, incluso en el mismo espacio expositivo, hasta dar con una solución.
En Reasonable Adjustments [Ajustes razonables] Dowler ha ensamblado bastidores de diferentes alturas en pares y ha aplicado color uniformemente sobre superficies reenteladas. En esa medición y la simbiosis que surge de las combinaciones se perfilan, aunque borrosos, estos ajustes. Pero Reasonable Adjustments también parece incorporar estos ajustes necesarios desde su práctica más genérica. Desde una perspectiva historicista en sus superficies cromáticas la fluidez y el desapego prima sobre el excesivo formalismo en ciertas corrientes artísticas, criticando lacónicamente la promesa del modernismo. Desde una perspectiva social, en una sociedad que muestra sus fallos sistémicos, el artista basa su práctica material en el reciclaje de obras y materiales de otros artistas así como en la regeneración a partir de su propia producción. Desde un enfoque no menos importante como es el generacional, según a quien se le pregunte, será o no razonable que Bobby se haya desviado del oficio de erigir estructuras de acero que le enseñó su padre. Prefirió, sin embargo, probar suerte con materiales más livianos y construir bloques de color, que recorta y ensambla con tijeras y grapadora, herramientas que su madre utiliza regularmente en su oficio de costurera. Todos estos cambios denotan un progreso, un camino hacia la madurez acorde con un ideario sin renunciar al optimismo, la ironía y una formalización casi infantil.