Spellbound
Nota de prensa
Durante los dos últimos años he presenciado y documentado una serie de ritos populares en el sur de Alemania y en Suiza, que me interesaban por mi atracción hacia lo grotesco, el uso que en ellos se hace de máscaras y actos enigmáticos que nuestra mentalidad contemporánea tan racional no acaba de asimilar. A la vista de aquellos acontecimientos, sentí que algo cobraba fuerza en mi interior, que los comprendía a un nivel profundo. Por lo general, esos ritos ancestrales intentan vincular a comunidades humanas con sus entornos naturales, con los cambios estacionales: con el trabajo de arar, de sembrar, con las oraciones en petición de una buena cosecha o en agradecimiento porque lo haya sido… En otras palabras, con el círculo completo de la vida y la muerte.
En enero acudí al festival de invierno de Silvesterchlausen, en Suiza. Al amanecer, pequeños grupos de enmascarados vestidos de manera extravagante recorren las granjas. Tras hacer sonar unos enormes cencerros, empiezan a entonar un hermoso canto tirolés que los granjeros agradecen invitándoles a un trago. Los grupos, compuestos de figuras masculinas y femeninas (aunque interpretadas todas ellas por hombres), tratan de despertar a los espíritus de la fertilidad en el Año Nuevo. Al regresar de aquel viaje a Suiza averigüé que el B&B donde me había alojado estaba casi puerta con puerta con la casa del pintor alemán Albert Oehlen. Aquella casualidad era para mí una señal: había que reconectar el mundo del arte contemporáneo con los antiguos rituales.
El verano pasado empecé a crear máscaras y disfraces de figuras arquetípicas. Inventé pequeños ritos simbólicos con los que recuperar ciertos aspectos de la naturaleza y retomar un diálogo con mi entorno. El Bienengott (Dios Abeja) vertía un tarro de miel en un río en agradecimiento por el trabajo de las abejas. Father Ergot horneó un pan y lo enterró en un campo en acción de gracias por las cosechas. Descubrí que las ropas y las máscaras ayudaban a alejarse un paso de la cotidianidad y a «convertirse» en el paradigma. Intervine las fotos con una fina película de pintura acrílica para entrelazar las imágenes con una capa de color «interno»
Till Gerhard
«Durante los dos últimos años he presenciado y documentado una serie de ritos populares en el sur de Alemania y en Suiza, que me interesaban por mi atracción hacia lo grotesco, el uso que en ellos se hace de máscaras y actos enigmáticos que nuestra mentalidad contemporánea tan racional no acaba de asimilar».